Capítulo V

Pueblos, culturas y naciones del México Antiguo

En el tránsito del tercer al primer milenio antes de nuestra era (a.n.e.), la organización social de las bandas nómadas trashumantes del norte del territorio mexicano continuó siendo igualitaria. La gran mayoría de los asentamientos temporales –como cuevas o abrigos rocosos– fueron abandonados, siendo notorio el desplazamiento de los grupos hacia las costas para aprovechar los recursos (ejemplo de ello son los con­­che­ros de la península de Baja California), o bien hacia los bolsones de antiguas lagunas pleistocénicas y sierras circundantes para crear asentamientos estacionales en el sur de Nuevo León y región media de Tamaulipas, poniente de Coahuila, noreste de Durango, norte de San Luis Potosí y Zacatecas, y al sureste de Chi­huahua. Así, las partes planas fueron los lugares preferidos para actividades cotidianas como la manufactura de instrumentos líticos, arte­factos de piedra, concha, coral y hueso, y también para confeccio­nar vestimenta, procesar pigmentos minerales y elaborar objetos ornamentales o de prestigio. En estas sociedades se dis­tingue la presencia de personajes importantes, quienes organizaban, además de las partidas de caza, pesca y recolección, las celebraciones de renovación estacional, las alianzas intergrupales, el intercambio de productos y bienes, la ejecución de rituales funerarios y sus representaciones en cuevas y abrigos rocosos.

Autores

COORDINADORES
Pedro Francisco Sánchez Nava
Laura Ledesma Gallegos

COLABORADORES
Ana María Álvarez Palma
Giselle Canto Aguilar
Gianfranco Cassiano Verde
Mario Córdova Tello
Harumi Fujita
Rebeca González Lauck
María de los Ángeles Olay Barrientos
Luis Raúl Pantoja Díaz
Miguel Pérez Negrete
Antonio Porcayo Michelini
José Luis Punzo Díaz
Nelly Margarita Robles García
María de Lourdes Toscano
Hernández
Moisés Valadez Moreno
María Elisa Villalpando Canchola
Carlos Viramontes Anzures

Fascículo

Facículo 5

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Escucha

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